domingo, 1 de mayo de 2016

Mujer sombra

Soy el musgo que crece silencioso, en la parte oscura y húmeda en los ancianos troncos de los árboles.
El aire, que sin viento, roza los minutos invisibles de los atardeceres.
Las cenizas del último cigarrillo inconcluso que un par de amantes olvidaron.
El canto, monótono y lejano, de las ruedas de un carrito de supermercado cargado de chatarra.
El eco de los pasos fugaces de quien corre para llegar menos tarde a ninguna parte.
Y soy la que escribe para no gritar, la que envía mensajes de texto para no publicar, la que vive en la sombra del mundo.