Cuando llegaba la noche,
caían las bombas despertando a los niños,
lloraban las madres
y ladraban los perros.
Todo oscuro
ennegrecido
por el miedo, por el humo.
Yo recordaba tus besos.
Cuando en la fila del colmado
se me pasaban las horas
y las lágrimas corrían por las mejillas sucias;
los niños jugaban
y las madres sujetaban,
con la mirada perdida,
el pan negro, el pan duro.
Yo recordaba tus besos,
pobres como mendrugos.
Y cuando llegaba la noche
y caían las bombas,
e incendiaban el cielo;
yo recordaba tus besos,
secos como la sonrisa de los militares.
Secos y muertos,
como los hijos de mis entrañas.
2 comentarios:
Un poema bien estructurado, coherente, conciso y que posee una cadencia sútil, de envidiar. Por otro lado, los dos temas que aborda, el emotivo y el bélico, se funden deliciosamente, y dejan unas ansias de saber cuanto hubo y cuanto fue. Un gran texto Gata, te felicito.
Y te mando un abrazo y algunos besos, distintos a medrugos.
Daniel.
Gracias Dani, este poema es viejo ya, tenía mucho de estar guardado y me animé a publicarlo. Gracias de paso por tus sugerencias.
XOXO
Publicar un comentario