viernes, 7 de octubre de 2011

Me preguntaba...

No sé si te acordás de las hierberas,
de los pies fríos descalzos,
metidos entre tus piernas.

Si te acordarás de mis besos,
de la mesita de mosaico,
inconclusa,
como nosotros.

Tranquilo, yo tampoco me acuerdo...

2 comentarios:

Daniel Quirós dijo...

Me fascinó el final, cual verdad mal disimulada bajo una mentira necesaria. Necesaria porque la purga interior comienza con una idea, la cual repetida exhaustivamente nos trastoca con el tiempo. Es ese otro desconocido, que susurra al oido, primero leve hasta fundirse finalmente con uno.

Seguí así, tenés lo que se necesita en las letras. Estoy seguro de ello.

La Gata dijo...

¡Gracias Daniel! ¡Un abrazo!