miércoles, 16 de noviembre de 2011

Devoción


El bus arrancó
es decir
se persignaron los ancianos.

2 comentarios:

Daniel Quirós dijo...

No se por qué motivo pero siempre me han agradado los escritos sobre viajes cortos en autobuses y "colectivos" (como les llaman acá a los buses intra-ciudad). Muchos de mis poemas han nacido, al menos las ideas originales, en un viaje plácido de bus. Tengo uno que trata de cuando iba donde mi ex novia y me devolvía de Heredia a Río Segundo, Alajuela, mientras estaban efectuando la dizque reparación esa del trayecto que pasa por San Joaquín. Me recuedo el polvo,la calle hecha añicos, las luces de sodio del alumbrado público, la maquinaria detenida como monstruos dormidos a altas horas de la noche. Te cuento todo esto porque al leer "se persignaron los ancianos" me recordé que yo iba que se me cerraba el trasero viendo como el chofer leia el periódico cuando se suponía que debía estar atento del camino. Todos de alguna manera rezamos, aunque sea a nosotros mismos.

Abrazos,

Daniel.

La Gata dijo...

Tenés razón Dani, a mí también me ha pasado eso que decís. Pero sobretodo es el gesto mecánico lo que me llama la atención.