Tu cuerpo y tu ropa,
que era para mí como el papelito de un confite
y que no pensaba que sería tan difícil de pelar.
Lo primero fue tu cuerpo y tu ropa,
y no hubo segundo.
Sólo esta obsesión por arrancarte la envoltura,
por llenar de vos mi boca.
Y me decís superficial,
pero, ¿qué tiene de superficial la antropofagia?
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