martes, 20 de septiembre de 2011

Compartiendo soledad

Déjeme quitarme esta soledad con su espalda abierta al cielo.
Quiero sentirme liviana en sus brazos.

Déjeme quitarme esta soledad de hombre y de mundo en su pelvis.
Solo quiero sentir su sudor en mi cuerpo.

Déjeme acariciarle la noche y las estrellas.
Yo sé que usted también tiene necesidad de mis manos.

Después de todo los cuerpos se hicieron para estar juntos,
las manos para estar entrelazadas,
los pies para caminar hacia la cama de los amantes,
y mis cabellos para reposar en su pecho.


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